En mi cuaderno de viaje escribí:
“A menos de 5 días de mi regreso a CR no puedo evitar sentir ansiedad al no saber lo que me espera. Pero tengo la confianza que así como tampoco lo sabía cuando llegué aquí y todo ha sido tan positivo, así será cuando regrese a mi pedacito de tierra”
Este no va ni con birra ni con café, hoy me volqué con un whiskyto ;)
Y tengo que decirlo ¡Fue como una profesía! Llegué a Costa Rica y a pesar de lo difícil que fue tener a mi mamá varias semanas en el hospital como les había contado en mi post anterior, todas las cosas empezaron a fluir.
- Tuve el tiempo necesario para cuidar de ella en el momento en que más lo necesitaba tanto en el hospital como en casa.
- Mi mamá se recupera satisfactoriamente, de manera lenta pero firme.
- Inicié una tienda virtual con mi hermana (se las presentaré luego para aprovechar la cuñita jaja)
- Me pasé a una casa con patiecito para que mis perritos puedan jugar y correr.
- Y… Hace un mes me incorporé a una empresa, donde debo decir estoy súper ilusionada y motivada.
En este último punto quiero hacer énfasis, porque cuando salí de mi anterior trabajo muchas personas pensaron que me había equivocado al “sacrificar” mi estabilidad en pro de mis deseos y mis sueños. Y hoy, 5 meses y medio después debo decir que TODO valió la pena, porque no solo pude estar en el momento que mi mamá más me necesitaba e hice el viaje de mis sueños, sino que hoy me siento una profesional valorada y completa.
Porque cada día me dirijo al trabajo llena de ilusiones y no de cargas, porque me siento en mi silla con la motivación al tope y alcancé una meta que otras personas en mi anterior trabajo me dijeron que nunca podría alcanzar.
Y como si todo lo anterior no fuera suficiente, Dios me está dando la oportunidad de emprender en algo propio junta a mi hermana, que ha sido otro de mis grandes sueños.
Al compartirles esto, lo que quiero es repetirles algo que les había dicho en posts anteriores: no se conformen nunca a vivir una vida que no les llena. La gratitud es súper necesaria y amar y dar gracias por cada cosa que tenemos es indispensable. Pero, esto no debe limitar nunca nuestro deseo de volar, soñar y ser totalmente feliz.
La vida no es fácil, los sueños cuestan. Pero ser feliz es una decisión que se toma cada día y desde el corazón ¡Así que valientes y pa’lante!
Mari.